Entradas

Mostrando entradas de enero, 2019
Hace unos días cargué a un bebé de dos meses. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y lo diferente que me sentí con respecto a mi propio hijo. A Amaru lo cargaba con miedo, tensa, sentía que pesaba una tonelada (de peso físico y emocional) y a este bebé lo acuné tranquila. Lamenté no haberle podido ofrecer esa tranquilidad a Amaru en sus primeros días. Amar para mí nunca ha sido algo "natural" o "instintivo", amar ha sido siempre un proceso, un aprendizaje o, mejor, un desaprender los miedos. La maternidad no ha sido diferente. Cuando veía a Amaru chiquitito y frágil, sentía que debía protegerlo pero me preguntaba si lo amaba. Y, obvio, me sentía mala madre al hacerme esa pregunta. Debo decir que las suposiciones ajenas no ayudaban: "¿cierto que es lo mejor que te pasó en la vida?", " los hijos son la mayor realización"...frases como esas me hacían sentir peor, más insegura, más monstruosa por estar dudando, más perdida. Tras diez meses, he