¿Cómo encontrar la paz mental pelando papas?
"No esperando ganar y no temiendo perder somos libres de dar y de recibir" (En defensa de la felicidad. Matthieu Ricard) "Estoy loca". Ese fue el primer pensamiento que cruzó mi cabeza cuando empecé con mis diez días de servicio en el centro de meditación vipassana. Tenía un mes de vacaciones y yo había decidido pasar un tercio de ese tiempo pelando papas, rallando zanahoria, lavando pilas interminables de platos, limpiando un baño. El diagnóstico no podría ser otro: definitivamente, estoy loca. Debo decir que fui sin saber muy bien por qué o a qué iba; atravesé el proceso como quien viaja durante diez días por una selva tupida, agreste y bella; y regresé feliz -sí, feliz y además relajada y descansada- pero sin entender muy bien qué era todo eso que había vivido. Mi cabeza, que se toma sus tiempos, ha empezado a arrojar luces sobre esta última cuestión. Hace más de un año tuve mi primer encuentro con la meditación vipassana. Durante esta experiencia, me