Que no lo ofendan mis tetas.

Se los hago corto y directo: fui al tetazo, me dí una vuelta, lo pensé, me quité la remera y el corpiño. Y sí, me quedé en tetas. Caminé así. Entrevisté así. Crucé la calle así. En medio de tetas de todos los tamaños y formas, pintadas, caídas, chiquitas (como las mías) o exuberantes.

Tengo mis razones. Pero esas no las puedo explicar de forma corta. Y son tantas que lo mejor será empezar por la contra. He reunido algunas críticas al tetazo (twitter y facebook fueron mis fuentes) y voy a intentar responder esos argumentos. No intento convencer a nadie de las bondades de un tetazo. La verdad, solo quiero aclarar las ideas -intuitivas en su momento- que pusieron mis tetas al aire.

1. "Soy mujer y a mi no me representas".
Me resulta curioso ese afán de muchas por aclarar que "no son representadas". Pero no recuerdo haber visto un solo cartel que dijera "representamos a todo el género femenino". De hecho, la acción de sacarme la remera y el corpiño fue para mi un acto tan individual, incluso tan íntimo al enfrentarme a muchos miedos y problematizar mi relación con la sociedad, que me sentiría incapaz -a pesar de haberlo hecho dentro de un grupo- de sentirme representante de nadie más que de mi misma y de mis propias tetas. Tal vez, ahora que lo pienso, todo esto fue para gritarle a mi cabeza que esto es mío y que nadie tiene poder alguno sobre lo que me pertenece, que no hay mirada lasciva o comentario obsceno que pueda arrebatármelo (y esos los recibo vestida).

2. "Van al #tetazo con las tetas blancas. Nunca hicieron topless en la vida". "Hacen un tetazo para mostrar las gomas en una playa boludas" (sic).
Yo fui al tetazo con las tetas blancas. Y no solo nunca hice topless en mi vida sino que no me interesa hacerlo (ni en la playa, ni en el más caluroso día del verano). Mientras daba vueltas alrededor de la movilización, intenté entender qué era lo que estas mujeres pedían. Si bien el detonante fue el desmedido operativo policial que se llevó a cabo en las playas de Necochea, contra tres mujeres que hacían topless (https://www.youtube.com/watch?v=RJW3Dgs6eXc), el reclamo excedía por completo ese hecho. Se trató de mujeres reivindicando la soberanía sobre sus cuerpos. Hay un mundo de distancia entre esta idea y el pedido de una playa nudista.

3. "No se por qué llegaste a pensar que te hace más o igual a un hombre mostrar las tetas, no somos iguales y jamás lo vamos a ser".
Bue...acá ya derrapamos. Yo estoy feliz y orgullosa de ser mujer (sea lo que sea que eso signifique) y no tengo la menor intención de ser más o igual a ningún hombre (sea lo que sea que eso signifique). Antes de sacarme la remera me pregunté cómo me sentiría haciéndolo y descubrí que lo que sentía era miedo: miedo a ser observada o a ser tocada de una manera que no me gustara. Y resulta que era el mismo miedo que tengo muchas veces cuando camino por la calle ¡completamente vestida! Miedo, miedo, miedo. Estoy cansada de sentir miedo. Estoy cansada de tomar decisiones por miedo. Y estoy cansada de que me digan que es por mi culpa que debo sentir miedo. Quiero ser respetada EN CUALQUIER SITUACIÓN, incluso si decido mostrar mis tetas (que no lo voy a hacer todos los días, pero es que ¡ni vestida te respetan!). Así que lo hice porque quiero deshacerme del miedo. Y ahí, expuesta, me sentí dueña de mí, incluso frente a la mirada de los curiosos (a.k.a "pajeros" porque muchos lo eran). Y quién sabe... tal vez la próxima vez que me murmuren alguna obscenidad pueda perforarles los ojos con mi mirada, en lugar de pasar con la cabecita agachada y acelerar el paso. Y todo, porque me atreví a mostrar las tetas.

4. "Denigran la palabra mujer". "Ellas misma se desvalorizan como mujer, se auto discriminan dejando en el camino el eterno y bello pudor femenino". "¿Por que querés que todos observen libremente tus partes más puras e íntimas?" (sic).
Puedo oler la moralina católica desde tres mil kilómetros de distancia. Esa misma que, tras años y años de repetición, le puso condiciones a la valía femenina. Una especie de ranking por puntos para definir qué tan mujeres somos: puntos si el largo de la falda no excede la rodilla, si hablamos suavecito (o mejor ni hablamos), si somos bonitas y nos maquillamos discretamente, si somos madres (si cumples este ítem se te duplican los puntos totales), puntos si somos capaces de trabajar y atender al marido sin chistar (¡ah, si! La cuestión de tener marido es un plus). Hay puntos especiales por "pureza y castidad". Y así muchas andamos como locas puntuando, infelices en medio de tanta corrida, incapaces de hallar nuestro verdadero e inalienable valor. No hay forma de denigrarme como mujer mostrando las tetas, porque NO HAY NADA QUE ME HAGA MENOS MUJER. Mi valor como mujer no está en mis tetas (tapadas o al aire). Y dudo que exista algo llamado "eterno y bello pudor femenino" (me inclino más bien por el "eterno y bello poder femenino).

5. "...todo eso podes hacerlo desde un argumento coherente y sin necesidad de tener que usar tu cuerpo una vez más como medio para hacerte escuchar".
Vamos por partes. Mi argumento es este (por si no ha quedado claro): soy dueña absoluta de mi cuerpo. Mi medio para expresarlo: decido mostrar una parte de mi cuerpo. Mis tetas. Son mías. Lo hago porque puedo. Hay una coherencia entre lo que digo y la forma en que decido decirlo. Sé que es un tanto extremo. Medidas extremas para tiempos extremos. He visto cuerpos de mujeres usados para vender hamburguesas y papas fritas. Cuerpos de mujeres rociados con combustible y prendidos fuego. Cuerpos de mujeres obligados a gestar durante nueve meses y a parir. Cuerpos violados y arrojados a la orilla del camino. ¿En serio te parece extremo que, como protesta, te muestre las tetas, te grite que son mías y que merecen respeto?

6. "Y que pasa si alguien no despega la mirada de tus partes íntimas y sin que te diga nada esta diciendo todo... yo creo que el mirón no tendría causa por no despegar la vista de algo que estas provocando vos" (sic).
Es llamativo que este argumento suene bastante parecido al que leo en muchos casos de violaciones. Llevaba la falda muy corta o estaba borracha o viajaba sola... ideas que implican, en cualquier caso, que la culpa no es de quien usa el poder y la violencia, sino de quien es violentado. No, no voy a caer en esa trampa. Cuando era pequeña mi mamá me enseñó que una mujer debía "hacerse respetar". Esto implicaba todo un código de conducta y vestimenta que, de no ser seguido, me exponía al peligro. Ahora me pregunto, ¿por qué no en vez de enseñar a las niñas a hacerse respetar, no les enseñamos que merecen respeto, sin condicionales (y va lo mismo para los niños, obviamente)?
No, no te estoy provocando. No, no tenés derecho a mirar lascivamente. No, no tenés derecho a tocar lo que no te pertenece.

7. "...no todas somos tan boludas como para creer que pelando una somos libres, inteligentes y combativas". "Mostrar las tetas no te pone en igualdad de condiciones"
Muy cierto. No creo que una movilización, cualquier movilización por si sola, vaya a arreglar los problemas que denuncia. Pero creo en los pequeños pasos y, sobre todo, en acciones capaces de generar preguntas y desestabilizar ideas que tenemos naturalizadas. Viendo a tantas mujeres con sus pechos al aire, me pregunté qué significaban mis senos para mí, en dónde estaba el poder que me pedía cubrirlos, qué pasaría si transgredía el mandato. Preguntas y más preguntas que podemos responder de maneras diferentes, pero que no deberíamos evitar hacer.

8. "Yo no quiero ver tus tetas".
No mires. La realidad es en 360° para cualquier lado. No creo haber forzado a nadie a ver mis tetas. Todos pueden elegir mirar o no. Yo quiero poder elegir también sobre mi cuerpo.

9. "Se llama exhibiciones obscenas te guste o no te guste".
No sé que tienen de obscenas unas tetas. Tal vez sea necesario aclarar que tetas no es igual a genitales. Como bien leí por ahí: "A ver si dejamos de sexualizar los senos y empezamos a sexualizar el clítoris, tal vez así lo encuentran".

10. "Hay otros problemas más graves".
Seguramente. Y otros menos graves. Eso no invalida mi lucha. Cada cual es libre de elegir sus batallas. Esta es la mía.

Bonus track:
11. "Ninguna es digna de admiración".
Guardate tu admiración (o tu decepción). Son tuyos. No los necesito.

Bonus track 2:
12. "Son unas vagas". "Son unas boludas".
No conozco a las mujeres que participaron de la protesta. Pero vi madres, abuelas, estudiantes...una chica que entrevisté me dijo que recién había salido del trabajo. Tal vez no se gane el premio a la mejor protesta del año, tal vez podemos ser más creativas, tal vez podríamos discutir más las ideas y que el mensaje fuera más claro. Y si, creo que podemos ser menos violentas (se hicieron pintadas en un patrullero, se quemó una mochila de alguno que se quiso propasar). Pero decir que son unas "vagas" o unas "boludas" no es un argumento, es solo una opinión. La mía es que sobró valentía.



Comentarios

  1. Vamos por ese desnudo derecho de que somos nuestro cuerpo. Si lo estamos viendo y sintiendo es porque lo estamos revitalizando, en nuestros genes y para las mujeres futuras. Me encanta lo que hiciste.

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  2. Vamos por ese desnudo derecho de que somos nuestro cuerpo. Si lo estamos viendo y sintiendo es porque lo estamos revitalizando, en nuestros genes y para las mujeres futuras. Me encanta lo que hiciste.

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