Marejadas



Así se sienten por dentro los días raros. Te levantas con extraños pensamientos en la cabeza. Ayer todo estaba bien. Abres los ojos. Las cosas están en el lugar en que las dejaste, pero todo se ve diferente. Y sientes las mareas internas subir, como sube el mar con la luna. Te inundas. Es agua que sube desde un lugar desconocido. No entiendes nada. Te sigues inundando y el agua rebasa el interior y encharca los ojos. Agradeces estar sola para no tener que explicar qué te pasa cuando nada te pasa. Dejas corres esa agua salada, que inunda todo, con la esperanza de que se lleve los males. Son males que no puedes recordar pero que, seguramente siguen ahí, como antiguos barcos hundidos en las profundidades del alma. Y así como empezó termina la tormenta. Puedes ver de nuevo el horizonte tranquilo.
  

Comentarios

  1. El horizonte siempre está ahí y nos salva, a nosotros que la luna y los sentidos nos gobiernan por horas.

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