Anotaciones de mi bitácora de embarazo.

5to mes de mi embarazo. ¿Cómo lo llevo? Con extrañeza y asombro, como quien camina por una selva tupida y desconocida: no sé qué hay más allá, tampoco entiendo muy bien por dónde estoy caminando. Hay cosas bellas en esa selva, pero también hay sonidos que nunca escuché antes y que me ponen la piel de gallina. Nadie me dio un mapa (creo que no existen mapas de estas tierras). Voy haciendo mi propio camino y tengo miedo de perderme. O tal vez ya estoy perdida y no lo sé. Me cruzo con gente, todos están felices y me felicitan, me desean lo mejor y pasan. Yo también estoy feliz. Pero no todos los días, porque hay días en que la selva aparece amenazante o confusa. Hay días en que la selva me estremece y me come. Luego amanece y sigo viva.

Lidiar conmigo y con lo que no puedo controlar. Lidiar con mis hormonas que juegan a la euforia o a la tristeza. Lidiar con lo que no entiendo, con no saber qué pasa en mi propio cuerpo. Lidiar y a veces ni siquiera saber con qué estoy lidiando.

Odio esa frase que dice que el embarazo es "la mejor experiencia de la vida de una mujer" o que de alguna forma es una vivencia que "te completa". En realidad, no sabría cómo comparar esta experiencia con otras y no creo haber sido una mujer incompleta antes de estar embarazada. Pero si sé que al decidir vivirla, tomé un camino para el que nada te prepara.

El embarazo es una experiencia vital que te enfrenta con alegrías que nunca esperaste sentir y con miedos, a veces absurdos, que no sabías que tenías.

Haciendo camino he entendido la necesidad de rodearme de gente que me ama y crear un espacio en donde me siento segura. Esta travesía necesita aliad@s (y no me refiero solo a una pareja), personas capaces de escuchar sin juzgar. A veces no necesitas que te digan que todo va a estar bien, solo saber que no estás sola. También he aprendido a decirlo todo, decir cómo me siento. No importa si no tiene lógica, sacarlo de mi, ponerlo afuera. Si me siento mal, no finjo, no intento cubrirlo con una inexistente sonrisa. Nos han enseñado la felicidad como una obligación que se vuelve dolorosa. Nos han enseñado a tapar lo que sentimos, a rechazarlo. Y no hay nada malo con lo que sentimos, por absurdo y traído de los cabellos que nos pueda parecer.

Cuando parece que todo gira sin control, no me exijo sentirme bien. Solo estoy ahí y respiro.

A veces es incluso útil saber que todo lo que siento depende de mis hormonas, jugando sus juegos.

Todo pasa y cuando lo recuerdo, disfruto todo lo que puedo disfrutar. Como en la vida misma.







Comentarios

  1. Luz para este espacio sagrado que vivís con Amaru, ojalá siempre podamos tod@s los que los queremos rodearlos de mucho mucho amor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Más fácil cuadrar una docena de micos* para una foto

Para Michelle