Y vos ¿para cuándo?

Hay que tener las cosas bien claras si eres mujer y estás en edad fértil: tenés que ser madre. Y no importa si querés o no. Porque si crees que no quieres es seguro que luego vas a cambiar de opinión, así que ve ignorando tu instinto, que el único instinto que vale aquí es el de madre. Y ve dejando de lado las dudas: total, poco importa que una mujer con hijos gane un 30 por ciento menos que sus pares masculinos o que 6 de cada 10 mujeres terminen abandonando el ámbito laboral. Vos pensá en las flores que vas a recibir en el dia de la Madre, en las tarjetas y chocolates...eso paga la brecha salarial.

Y andate acostumbrando a la idea de "sacrificio incondicional" porque ahora que sos madre poco importa si tenés necesidades. Entregate, entregate hasta quedar seca y que tu interior no sea más que un lecho estéril por el que antes corrió un río de sueños. Es así: tenes útero, es tu naturaleza. Total los hijos son una bendición que si tenés suerte, podrás compartir con un hombre a tu lado. Y con compartir me refiero a que te lo devuelva en cuanto llore porque "vos sabés que hacer", vos sos la del instinto. Y eso sí, ni pienses en un apoyo más social porque "quién te mandó a meterte en la maternidad", nadie.

Comete tus dudas. No importa si sos la potencial campeona de windsurf de España, ahora sos Madre, así, con mayúscula, y los patrocinadores volarán a otras tierras pero vos tranquila que ante la falta de apoyo real desde las empresas y la sociedad, lo que si vas a tener es la compañía de cientos, miles de miradas que sabrán decirte en que te estás equivocando. Porque vos sos la del "instinto materno" pero son todos los demás los que lo saben todo. Todos: el taxista que necesita saber si estás dando el pecho, el vecino que te recrimina por sacar al gordito cuando hace frío, la mujer que se sienta a tu lado en el colectivo y te pregunta si el fular no asfixia al bebé. Vos sonreí, que "calladita te ves más bonita" y convertite en esa "sagrada Madrecita" de las canciones, en esa "dulce viejita" que sacrificó todo, hasta su salud mental, por sus hijos.

No se entiende por qué tenés tanto miedo de ser madre, no se entienden tantas dudas, no se entiende por qué tantas mujeres llegan a los 40 sin hijos, perdiéndose lo que certifica que sos lo que sos: una mujer. ¡Ah! ¿Es que no te dijeron? Ser madre te da el diploma de mujer, te "realiza". No hay premio Óscar, Grammy, Nobel que se le compare. Por eso, no te ofendas si en tu próxima entrevista laboral te preguntan si querés tener hijos, menos aún si tu posible empleador te obliga a hacerte una prueba de embarazo y quedate tranquila si la de Recursos Humanos te confiesa que tu perfil profesional es perfecto pero "lástima que tenés hijos". El mundo es así, vos respirá hondo con la criatura en brazos, que ya vendrá la revancha cuando te regalen la lavadora o ese bello artilugio para hacerle papilla al bebé.





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