Mujeres al borde de un ataque de hormonas.

"Conócete a ti mismo"
(Templo de Apolo en Delfos)

No sé cómo empezar este texto. Cualquier inicio me parece un poco extraño: "hace un tiempo llevé un diario menstrual", "les voy a hablar de la menstruación", "¿conocemos los ciclos menstruales?"... No, temo que empiecen a leer y salgan corriendo. Hablar de la menstruación no es simple. Hay tanto tabú por ahí suelto, tanto "hippismo pachamámico" y yo sólo quiero hablar de algo natural, cotidiano y, extrañamente, desconocido. 

Bueno. Empecemos por aquí: ¿por qué debería leer algo sobre la menstruación? Pues, si eres mujer, porque te pasa cada mes y es probable que, aún así, ni la conozcas (a mi me pasaba). Si eres hombre, porque esto bien podría ser el bosquejo de un manual para entendernos. 

A mi, esta información me ha resultado valiosa para entender mis cambios, los ires y venires de mi propio cuerpo, y espero que sea útil a otras (y también a otros, obvio). 

A medida que transcurre nuestro ciclo menstrual nuestros niveles hormonales cambian. Nos sentimos diferentes física y mentalmente. Días de alegría desenfrenada, tristeza sin aparente motivo, a veces un poco de ansiedad, a veces estamos un poco molestas. No somos todas igual y no nos sentimos todas iguales. Pero hay que reconocer que, a veces, estos cambios suceden y son difíciles de manejar. Conocerlos es parte de entender y respetar nuestros ciclos. 

Cuando pensamos en nuestro ciclo menstrual lo primero que se nos viene a la mente son los días del sangrado pero, en realidad, son cuatro momentos y este es sólo el primero: 

1) Sangre, sangre y más sangre (5 días aproximadamente). En realidad, ni siquiera es sangre y no es tanta como creemos. Es el recubrimiento interno del útero y no son litros, es más bien como una tacita de café. Sí, de las más chiquitas. ¿Sabían que durante estos días es cuando nuestro cuerpo es más similar al de un hombre? Esto es así porque es cuando tenemos los niveles hormonales (estrógenos y progesterona) más bajos (¿no es raro?).

Nuestro útero se inflama... y se ve más o menos así:


¿Duele? Más que obvio. Perdemos hierro cuando sangramos y nuestros niveles de células blancas (las que combaten enfermedades) bajan. Es momento de tratarnos bien, con amor y paciencia.

Por lo que he leído, una buena idea sería consumir legumbres (lentejas, fríjoles) y vegetales verdes. También carnes (según el gusto). En estos días, aumenta la capacidad del cuerpo para utilizar los hidratos de carbono, así que se vale echarle un poco de gasolina al cuerpo (pan, pasta, siempre mejor en sus versiones integrales).

Yo sé que en esos días no dan muchas ganas de movernos, pero el ejercicio libera endorfinas y estas ayudan a controlar los síntomas molestos y a relajar. Conviene privilegiar ejercicios cortos de fuerza, estiramientos y dejar para después los entrenamientos de larga duración. P-a-c-i-e-n-c-i-a.

2) Actitud "mujer maravilla". Días 6 a 13 aproximadamente. Durante la segunda fase, el estrógeno empieza a subir y con él sube nuestro estado de ánimo. Los depósitos de grasa de nuestro pecho y caderas aumentan ligeramente, ¡hora de enamorarte de tus curvas sensuales!

El aumento de estrógeno hace que llegue más sangre al cerebro, así que estamos más enfocadas y recursivas. ¿Qué mejor momento para dedicarnos de lleno a las tareas importantes? Además suben nuestros niveles de serotonina, es decir, somos más felices. Nos sentimos más fuertes y lo estamos, así que hay que aprovecharlo. ¿Les gusta el ejercicio? Vayan a fondo.

Conviene consumir carbohidratos y proteínas para aprovechar esa dosis de energía adicional.

3) Pronóstico: cielo ligeramente nublado. Sube el estrógeno y entramos a la tercera fase (días 14 a 22 aproximadamente). ¿Te sientes un poco extraña, diferente? Más estrógeno y más progesterona en nuestro sistema nos puede hacer sentir un poquitín emocionales. Pero más emocionales no es necesariamente negativo: estamos mucho más empáticas. Así que es momento para programar esas charlas pendientes.

Es una excelente fase para mimarnos pero también para ejercitarnos y quemar la energía sobrante. Recomendado: cardio.

Que no te extrañe si sientes calor: nuestra temperatura corporal puede subir en esos días. Incluye en tu dieta grasas buenas (¿quién dijo aguacate?) e incrementa el consumo de carbohidratos.

4) ¿En picada? 23 a 28 días aproximadamente. Los niveles hormonales decaen, esto incluye a la serotonina (la hormona de la felicidad). Cada mujer es un mundo, pero puede ser que en esos días estés más estresada, frustrada, triste, enojada y que experimentes síntomas del síndrome pre-menstrual (cansancio, retención de líquidos...bueno, ustedes saben, pues entre el 75 y el 85% de las mujeres lo han vivido). Recomendación: ejercicio suave, escuchar al cuerpo, no sobreexigirnos. ¿Qué tal si nos tratamos con amabilidad?

Es momento de disminuir el consumo de carbohidratos, así que mejor una ensalada que una pasta.


Y eso es todo, bueno, al menos todo lo que sé hasta ahora. Es importante aclarar que, sí, obviamente tenemos la capacidad de elegir y que nuestra vida no está marcada ciento por ciento por nuestras hormonas. Pero no reconocer su papel es negar nuestro cuerpo. Si sabemos cómo las hormonas pueden afectar lo que sentimos, pensamos y creamos, tomaremos mejores decisiones. Podemos parecer volátiles, histéricas o débiles. Nos pueden haber dicho (nos podemos haber dicho) que tenemos que "aguantarnos" lo que nos ha tocado en suerte. Podemos odiarnos en esos días difíciles. O podemos conocernos, tratarnos con amabilidad y cariño, valorar nuestros estados anímicos -potenciando lo mejor de cada uno-. En definitiva, conocernos a nosotras mismas, en serio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Más fácil cuadrar una docena de micos* para una foto

Para Michelle